Querido Lector
Yo no te conozco, y tu a mi
Pues tampoco
Pero hay algo entre nosotros
Tu que vienes y no pasas de largo. A veces
Incluso vuelves
Terminando el ciclo vital de lo que yo empiezo a escribir
Sin ti no sería nada
Sin mi tampoco, pero eso es lo de menos.
Yo vuelvo, o no vuelvo
Pero entonces me inquieto,
Y Me digo
He de darles de leer o lo olvidarán para siempre…
Si, querido lector, pienso en ti que lees desde no se donde, que a veces te da por contarme algo
Y a veces te callas y estas como ausente.
Nunca he sabido guardarme estas cosas para mi
Uno no se arranca el corazón para dejarlo tirado en la acera
No me pongas esa cara
no seas dramático
que me da la risa
No es mi corazón lo que tienes en tus manos
Pero duele parirlo, no creas…
Como todo lo que viene de dentro, tiene algo de redentor
De terapéutico
De desahogo
De rebeldía contra este mortal aburrimiento de hojas en blanco y pensamientos escurridizos.
Pero esta redención, esta terapia inevitable, este desahogo, este juego de mañana entretanto
No puede existir sin ti
Entiéndelo, si no lo lees, ¿yo para qué coño lo cuelgo?
Sin ti no es posible acabar
Sin ti no es absurdo empezar
Ven cuando quieras
Te estaré esperando con la sopa caliente,
las sábanas limpias,
el baño lleno, con sales y todo,
te estaré esperando con la chimenea encendida,
las ostras frescas,
la lengua ardiente,
las bragas bajadas o la polla tiesa,
te estaré esperando
todo lo bien que se puede esperar a alguien,
todo lo agradecido que se puede estar a la otra mitad de hay que ir dándose prisa…
mira por donde van estos ya.
Te quería dar las gracias con estas palabras
Seas quien seas
Sea quien sea yo, ahí tienes mis gracias, mi cariño, pero sobre todo mi literatura
Seamos quien seamos
Quien podamos ser
Cualquiera
Quizá tu amigo Jesús
Tu profesor de física
O de termodinámica tres
Tu jefe o su subordinado
Tu carnicero, tu panadero,
El tio que te barre la acera por las mañanas que tiene mucho tiempo para pensar
O un camionero concentrado en la noche
O tu hermano pequeño que es más listo de lo que te crees
O tu vecina que le ha dado por inventarse que es Golfo
Para probar a escribir por fin un poco de ficción
La tonta de tu vecina, increíble, ¿verdad?
o
Tu cajera habitual,
Si, esa que viste que estrenar su puesto de cajera y te atendía nerviosa al principio
Y que ahora controla y sonríe sin parar
Sonreir sin parar es todo un esfuerzo,
dice mucho de un profesional
O quizá sea el tio que hay detrás de ti en la cola
pensando exactamente estas palabras
O un teleoperador
La voz que te pregunta si quieres someterte a una encuesta
La voz a la que cuelgas sin dejar terminar la frase
El conductor que te pitaba anoche
Podría ser electricista
O diplomático
Podría ser Rajoy,
O Emilio Aragón que intenta escapar de su sanbenito
Ser algo más que Emilio Aragón
Algo más para el Mundo
Aunque claro… igual Tu eres Emilio Aragón, con lo que una posibilidad menos.
Ya estas mas cerca.
Podría ser el portero del bloque
O el del Guadix Club de Futbol
Podría ser cualquiera…
Igual incluso nos hemos visto…
Igual un día te has dicho, ese es, el de la bicicleta y el pelo revuelto, dios, es él, se le ve en la cara… menudo gilipollas, lo sabía. Vaya pinta de Bohemio pastoril. Cuentista de mierda.
O igual lo que lees es lo que pensaba aquel tontorrón que miraba al infinito en el autobús. O la tia que llevaba un maletín lleno de exámenes, dispuesta a follarse a una buena ristra de alumnos. Corregir rápido para luego postear, porque quizá sea uno de sus escasos, secretos y obscenos placeres diarios que nadie conoce en el departamento.
O un becario cualquiera.
Y si fuese tu hijo. ¿te enfadarás con él?
Le dirá en el desayuno… Sé que eres Golfo.
-Vaya novedad, Aprendí de ti, papa… aunque creo que te he superado-
Podría ser esa, mira, la que acaba de doblar la esquina, la de las gafas de pasta que abraza si carpeta mientras te sostiene la mirada, llena de misterio, no te la imaginabas así, eh, bajita sin ser bajita, a escala, esa escala de mujeres que le dan a uno ganas de agrazarlas y protegerlas y echárselas encima como un insecto tiene encima a otro insecto y lo abraza y lo penetra. Igual me las visto pasar inconsciente de su propia belleza, del morbo con el que te la acabo de vender y con el que quizá comienzas a desearme.
Esa que ya se aleja.
Esa misma... ¿te gusta?
Tuya es… si quieres ir a preguntarle.
Échale huevos.
Qué más da.
Podría ser cualquiera de las personas que caminan por nuestras calles.
De hecho, lo soy.
Y esto es lo más gracioso de todo.
No quiero parecer jactancioso, pero pocas veces en mi vida relataré hechos tan reales.
Pero qué más da.
Mientras estés para leer podré bajar aquí para escribir.
Y eso no es moco de pavo.
Gracias
locamente gracias,
Querido lector.
Enteramente Tuyo: Golfo.
Propuesto por Azena