Comunidad de escritores a la carta

Blog de propuestas y sugerencias. La escritura como ejercicio. Ideas, palabras, restricciones, plagios y otras formas de escribir sin partir de cero.

miércoles, diciembre 07, 2005

Historia del príncipe Vladimir y la princesa Stefania (II)

Pasar la mañana del domingo en un museo no es lo que Pablo consideraba algo divertido, así que encendió su walkman, se puso los cascos y siguió al grupo arrastrando los pies sala tras sala. La visita duraba ya medio CD cuando llegaron a la estancia central del Museo de Historia, una sala circular que disparaba la atención hacia el único objeto que descansaba en una urna de cristal en el centro.

- Esta es una de las joyas del museo, una extraordinaria obra de orfebrería del siglo XIII, esta corona dicen que perteneció al tesoro que el príncipe Vladimir rescató de las garras del dragón.

Pablo levantó por primera vez la vista de sus zapatos y bajó el volumen del walkman.

- No me suena esa peli…- interrumpió a la guía.

Los componentes del grupo, incluso sus padres, sonrieron divertidos.

- La estrenan estas Navidades,- le explicó la guía con un sonrisa de complicidad,-los de Disney vinieron al museo y pintaron un resumen de la película en los frescos que ilustran esta sala.

Pablo observó entonces las paredes y se dio cuenta de que efectivamente estaban decoradas con escenas antiguas.

- Son una reproducción exacta de las halladas en una ermita a los pies del volcán Kliuchevskoi en la península de Kamchatka, donde dicen que se encontraba la guarida del dragón,- añadió con un guiño hacia el resto de su audiencia.

Pablo se quedo rezagado hasta que vio salir al último del grupo, entonces se dirigió al primer fresco. La escena representaba al príncipe Vladamir zarandeando a un hombrecillo a los pies del lecho donde dormía una hermosa mujer. Pablo leyó la inscripción que rezaba en la pared:

- No, Stefania no puede morir.

- Sólo la sangre de un dragón podría salvarla

Avanzó hasta el segundo fresco. Allí el príncipe galopaba de noche, en la grupa se encontraba también la princesa Stefania dormida. Algo en el rostro de Vladamir le dijo que había estado llorando. Pablo leyó al pie:

El príncipe recorrió todo el reino, pero nadie había oído hablar de ningún dragón vivo.

- Qué putada, - musitó Pablo.

En la siguiente escena el príncipe se encontraba arrodillado frente a un lago iluminado por la luz de la luna, una mujer fantasmagórica levitaba sobre el lago y señalaba hacía una montaña que se divisaba en el horizonte.

La Señora da esperanza a Vladamir. En el volcán dicen que sobrevive un dragón.

A Pablo no se le pasa por la imaginación que sea la Virgen, sino Galadriel, con sus largos cabellos rubios y su mirada bondadosa y sabia.

En la pared de enfrente encuentra la cuarta estampa. El príncipe lleva en brazos a Stefania, avanza por una ladera con la nieve hasta las rodillas mientras el caballo yace muerto más abajo. Vladamir parece exhausto pero hay una clara determinación en su mirada.

Vladamir no se rinde y escala el volcán más alto del reino.

- Un volcán nevado, qué raro…,- musita Pablo para sí.

En la quinta escena Stefania permanece inerte apoyada contra una roca, Vladamir se asoma a la boca del volcán del que escapa una llamarada de fuego.

Vladamir ha encontrado el escondite del último dragón.

Pablo se apresura a acercarse a la última escena. En ella Vladamir lucha con un dragón a cuyos pies se aprecia un gran tesoro. El príncipe ha conseguido herir al dragón cuya sangre ha salpicado el cuerpo de Stefania, esta observa la lucha asomada a la boca del volcán

Stefania ha revivido con la sangre del dragón y contempla como su amado se encuentra al límite de sus fuerzas.

Pablo comprueba que no hay más ilustraciones en las paredes:

- Seré idiota, pensar que iban a contarnos el final de la peli…

Se dirige malhumorado hacia la puerta que conduce hasta la última sala cuando recuerda la última película de Disney que vió, entonces levanta la cabeza para contemplar como en la cúpula de la sala se encuentra la escena final.

Vladamir está tumbado inconsciente junto al cuerpo decapitado del dragón. Stefania le seca el sudor mientras en su mano izquierda conserva todavía la espada de Vladamir.

Pablo sonríe:

- Miranda Otto sería una Stefania genial.

Antes de abandonar la sala se gira para leer por última vez la inscripción que reza en la cúpula:

El Principe se despertó junto a la cabeza del dragón. Yacía sobre un lecho de monedas de oro y piedras preciosas. La princesa le enjugaba la cara con su pañuelo de seda.

FIN


Propuesto por Azena

4 Comments:

Blogger poemasperdidos said...

Museos, dragones, disney, walkman...Wow!!!
Tú no vas a tener NINGÚN problema hilvanando las 10 palabras desarticuladas en las sugerencias para el verso!!!

Besos,
Gab

jueves, diciembre 08, 2005 6:44:00 p. m.  
Blogger Azena said...

preciosa historia y genial la forma de contarla...

viernes, diciembre 09, 2005 7:50:00 p. m.  
Blogger Raist said...

Me ha gustado la manera de narrarla... desde luego parece que últimamente rebosas originalidad.

miércoles, diciembre 14, 2005 12:01:00 p. m.  
Blogger Buttercup said...

Gracias, Raist, me ha gustado tu piropo.

jueves, diciembre 15, 2005 4:01:00 p. m.  

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